Hemos leído una anécdota sobre Einstein y queremos compartirla.
Todos sabemos que era un genio, pero por lo visto era un poco desastre en la vida práctica.
Un grupo de amigos le regaló un velero. Un barco bonito, con todo: velas, timón, casco.
Y le gustaba tanto que lo sacaba a navegar siempre que podía.
El problema es que no tenía ni idea de navegación.
Y lo curioso es que la navegación se basa en física, lo suyo.
Pero claro, no la cuántica, sino esa física más “básica”.
Su método de navegación era sencillo: Desplegaba todas las velas, agarraba el timón, apuntaba en la dirección que quería ir…
Y a ver qué pasaba.
Spoiler: pasaba de todo menos lo que él quería. Naufragios, encalladas, vueltas a casa remolcado por los pescadores del pueblo.
Uno de ellos llegó a decir: «Le he sacado del agua como 30 veces, y el tío no espabila.»
Y aún así, él repetía su sistema una y otra vez. El mismo. Con los mismos resultados.
Y es que «Hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes es la definición de locura».
¿No te parece?
Y ahora, cambiando los mares por metros cuadrados, te preguntamos: ¿Estás intentando vender tu piso de la misma forma que navegaba Einstein?
Publicarlo en portales.
Subir cuatro fotos de móvil.
A ver si algún comprador aparece.
Esperar meses.
Recibir ofertas a la baja.
Negociar sin información.
Y al final, resignarte.
Y repetir el proceso.
Una y otra vez.
¿Te suena?
Nosotras lo hacemos de otra manera.
Preparamos tu piso de verdad.
Lo dejamos listo para atraer al comprador adecuado desde el minuto uno.
Nos ocupamos de todo: desde pequeñas reformas, hasta decoración, fotos profesionales, publicación cuidada, visitas filtradas…
Y tú no pagas ni un euro por adelantado.
Nada de jugártela a ciegas.
Con nosotras, no navegas solo. Y mucho menos sin rumbo.
Porque si quieres vender bien —y rápido— necesitas estrategia, conocimiento del mercado… y sí, también algo de física: la del comportamiento humano, la de las emociones, la del valor percibido.
Así que si llevas meses a la deriva intentando vender… o si estás pensando en empezar ese viaje: deja de repetir lo de siempre.
Cambia de barco.
Y de tripulación.
Nosotras estamos listas.
¿Zarpamos?
Rocío y Mónica