Hola,
Este mensaje es especialmente para ti.
Eres ese propietario que, con toda la ilusión del mundo, pone su vivienda a la venta.
Y te encuentras con que pasan los días, las semanas, incluso los meses, y no recibes más que visitas curiosas, ofertas a la baja o, peor aún…
Silencio.
En estos casos, hay un patrón que se repite: el enfoque.
Vender una casa no consiste en subir unas fotos a internet y cruzar los dedos.
Tampoco en trabajar con muchas agencias, pensando que “cuantos más, mejor”. Lo que suele ocurrir con ese planteamiento es que nadie se compromete al 100%, nadie diseña una estrategia real y nadie cuida el proceso como realmente merece.
Y ahí es donde empieza el problema.
Tu piso, cada día, vale menos.
Tienes que bajar el precio, una y otra vez, mientras sigues pagando los gastos de esa vivienda que quieres vender y que ahí sigue, estancada.
Luego, cuando por fin llega alguien interesado, te toca renegociar.
Y finalmente, terminas aceptando condiciones que nunca hubieras imaginado aceptar al principio.
Después de varios meses de intentos fallidos, cuando logras vender, lo único que deseas es olvidarte de la experiencia, de la mala experiencia. (Tal vez incluso culpes a las agencias con las que has trabajado).
Pero todo eso suele ser consecuencia de ese enfoque inadecuado desde el inicio.
Nuestra forma de trabajar es muy diferente.
Cada vivienda con la que trabajamos pasa por un proceso previo de preparación: estudiamos el mercado, cuidamos cada detalle de la presentación, aplicamos técnicas de home staging, y diseñamos campañas de marketing personalizadas, dirigidas específicamente para llegar al comprador ideal.
Y sí, trabajamos en exclusiva. No porque nos guste limitarte, sino porque es la única manera de trabajar bien.
Porque al contrario de lo que muchos piensan, la exclusividad no es para nosotros. Es de nuestro compromiso contigo y para ti.
Significa que trabajamos en exclusiva para tus intereses, invirtiendo nuestro tiempo, recursos y dinero con un único objetivo: vender tu vivienda al mejor precio posible, en el menor tiempo posible.
No se trata solo de mostrar un piso bonito.
Se trata de hacer que destaque entre decenas de opciones.
De generar deseo, urgencia, valor.
De vender antes, y al precio más alto que permite el mercado.
Esa es la diferencia entre simplemente “poner a la venta” y salir al mercado con una estrategia.
Hay propietarios que lo entienden desde el primer momento.
Otros lo descubren después de meses de frustraciones, bajadas de precio y decepciones.
Y algunos, lamentablemente, nunca lo descubren.
Vender no es cuestión de suerte.
Es cuestión de enfoque, compromiso… y estrategia.
¡Con cariño!
Rocío y Mónica