Esta semana he vuelto a mi antiguo colegio.
Vamos que he ido a la presentación del curso escolar, mis hijos estudian en el mismo colegio en el que yo estudié en su momento.
Y como cada año, he ido a la reunión de padres.
En el salón de actos, la directora del centro nos daba la bienvenida, y, al hablarnos del nuevo curso, (no te voy a aburrir con los detalles),pero si hubo uno que me llamó mucho la atención:
“Hemos hecho un gran esfuerzo por modernizar y hacer más acogedor el colegio, porque el entorno influye directamente en el rendimiento de los alumnos. Si lo que te rodea está cuidado, ordenado y limpio, se nota incluso en su rendimiento académico”.
Mientras la escuchaba, pensé que esa afirmación también resume una de las claves más importantes de la venta de viviendas: el entorno influye en cómo nos comportamos y en cómo percibimos los espacios.
Cuando un comprador entra en una vivienda, no solo observa metros cuadrados o distribución; SIENTE EL ESPACIO.
Un espacio cuidado, luminoso y ordenado genera calma, confianza y bienestar. En cambio, un ambiente desordenado o descuidado transmite lo contrario: agobio, estrés, rechazo.
De la misma forma que un aula limpia y acogedora favorece la concentración, una vivienda ordenada y bien presentada favorece la conexión emocional del comprador.
La directora también mencionó algo muy cierto: el desorden se refleja en el comportamiento.
Y en las viviendas pasa igual. Cuando un comprador percibe desorden, no solo ve una casa desorganizada; inconscientemente asocia ese caos con una falta de cuidado general y en ese momento, para el comprador la vivienda pierde valor, incluso aunque esté en buen estado.
Por eso, el orden y la armonía son herramientas de venta. No se trata solo de limpiar o recoger, sino de crear un ambiente que invite a imaginar una nueva vida allí.
El Home Staging precisamente tiene ese propósito: preparar la vivienda para que comunique orden, bienestar y potencial.
A veces bastan pequeños cambios —mover un mueble, despejar una superficie, mejorar la iluminación— para transformar por completo la percepción del espacio.
Es el mismo principio que aplica un centro educativo cuando cuida su entorno: crear un lugar donde las personas se sientan cómodas, tranquilas y motivadas.
Lo que nos rodea influye más de lo que creemos.
Tanto en un aula como en una vivienda, el entorno habla de nosotros, nos inspira o nos frena.
Si estás pensando en vender tu casa, cuidar su presentación no es un detalle estético, es una estrategia de venta fundamental.
Porque igual que un aula bien cuidada mejora el aprendizaje, una vivienda bien presentada mejora la experiencia del comprador y acelera la venta.
Con cariño.
Rocío y Mónica
